Es cierto que uno de los mayores problemas de limpieza que tiene Vitoria-Gasteiz es, en general, la acumulación de excrementos de perros en las zonas verdes de la ciudad; por no decir diréctamente en la acera.
Se vende la ciudad como la "GREEN-CAPITAL" del momento, y te imaginas tumbado en los jardines de la urbe tomando el sol, con tus hijos jugando a la pelota, saltando y revolcándose por el suelo; otras personas leyendo el periódico sobre al hierba, e incluso dormidas por la tarde o charlando.
Pero este sueño se difumina espectralmente en nuestra mente, cuando vemos la cara de nuestro hijo impactar bruscamente contra el cálido y blando excremento cánido que acechaba entre la hojarasca.
Muchos de los ciudadanos que tienen perros, por no decir la mayoría, son respetuosos con las normas y el resto de los habitantes de la urbe, recogiendo las heces; pero hay algunos que no lo hacen, y son las "cacas" de éstos las que día tras día se acumulan en los parques y jardines de la ciudad, haciéndolos inútiles para cumplir su cometido de ocio y disfrute de los seres humanos.
Desde el Ayuntamiento se plantea realizar una ordenanza de perros.
Existen actualmente normas al respecto.
¿No sería más importante, primero hacer cumplir las que ya existen y después, si se comprueba que son insuficientes modificarlas o ampliarlas?
¿De qué nos van a servir nuevas normas incluso más exigentes, si no se hacen cumplir las que yá están en vigor?